domingo, 13 de enero de 2008

Así nacía un sentimiento…

A finales del año 2007 una noticia aparecida en prensa movió a un par de amigos a volver a la práctica del fútbol. En la misma, se anunciaba la creación de una liga de fútbol-7 aficionada que se celebraría cada 15 días en las instalaciones deportivas del Colegio San Ignacio de Oviedo.

Una vez estudiadas las bases de la competición, Pedro y David, se pusieron manos a la obra, y comenzó la planificación de la plantilla, la elección de la equipación, los temas económicos y todo aquello necesario para poner en marcha al equipo.
La pretensión inicial no era otra que reunirse los sábados, practicar un poco de deporte, vivir de nuevo el ambiente del vestuario que muchos echábamos de menos, y si era posible, por qué no, ganar algún partido; y darle algo más de competitividad a las pachangas que todos los fines de semana jugábamos en el Colegio Baudilio Arce de la capital del Principado.

Todo inicio es difícil, y más aun teniendo que movilizar a un grupo grande de gente. Contamos con poco tiempo para encargar los uniformes, recaudar todo el dinero necesario para la inscripción y presentar la documentación pertinente a la organización.

La competición, entre sus objetivos, tiene el de “pasar un buen rato practicando deporte, pero con una cierta dosis de competitividad, seriedad y organización, que lo hagan más atractivo para los participantes”. Así, todos los equipos han de ir uniformados con camiseta, pantalón y su respectivo número en al camiseta. Por ello, se nos planteó el problema de encontrar una equipación, y aprovechando que David, co-presidente del equipo y encargado del material, trabajaba en una gran superficie deportiva, logramos una buena oferta con la cual vestir a nuestros jugadores. El uniforme consistiría en una camiseta de color azul con detalles blancos, y unos pantalones y medias de éste último color.
El siguiente paso sería el de elegir un nombre para el equipo. Nos costó decidirnos por uno, pues queríamos jugar un poco con las palabras, y además hacer un poco referencia a “lo nuestro”. Así surgió El Frixuelo Mecánico. La palabra mecánico, no es en honor a la selección holandesa de fútbol, sino a algo que queríamos que funcionase bien, con unos buenos engranajes y que nos uniera a un buen grupo de amigos; y frixuelo es un guiño a Asturias, tomando prestado el nombre de uno de los más famosos postres de nuestra tierra.

Durante los siguientes días, solventamos algunos pequeños problemillas que siempre surgen al echar a andar cualquier cosa de este tipo y con tanta gente participando, y tras tres semanas de trabajo dejamos a punto nuestro equipo. No son todos los que nos gustaría que estuvieran, pues las limitaciones de fichas es la que es y mucha gente tiene circunstancias personales (trabajo, estudios, lugar de residencia..) que le impiden estar con nosotros, pero bueno, las circunstancias cambian y algún día esos que hoy no están con nosotros en este proyecto podrán llegar a convertirse en un frixuelo más.

Con todo hecho ya, solo quedaba esperar el inicio de la competición, que estábamos seguros que se iba a presentar entretenida y apasionante.
Sería entonces a las 6 de la tarde del sábado 27 de octubre de 2007, cuando esta historia escribiera sus primeras líneas.

Así nacía El Frixuelo Mecánico, así nacía un sentimiento…

Pedro
Co-presidente de El Frixuelo Mecánico.

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