La pelota no se mancha
24 de octubre de 1857 - 24 de octubre de 2007:
150 años de Sheffield, el club de futbol más antiguo
Escudo conmemorativo del 150 aniversario del club inglés
Hace más de 150 años, cuando Inglaterra aún no sabía de Abramovich, Fábregas o Mourinhos, nació en Sheffield el primer club balompédico del mundo, la primera simiente de lo que es el fútbol como lo conocemos en el año 2007.
Estamos en el año 1857. El Imperio británico vivía los comienzos de la Era Victoriana, una época de esplendor allende los mares, basado en parte en su Revolución Industrial.
Sheffield era entonces una ciudad en auge gracias al desarrollo tecnológico. Las factorías del acero favorecieron el crecimiento de la zona en los siglos XVIII y XIX. En el siglo veinte, la ciudad fue bombardeada en la Segunda Guerra Mundial por los alemanes para dañar la industria armamentística de la ciudad. Las complicadas décadas de los 70 y los 80 fueron retratadas recientemente por la película Full Monty.
Sheffield puede añadir a su factorial historia el honor de haberse convertido hace 150 años en el motor de una industria mucho más popular que la del acero crucible: el fútbol.
Hasta 1857, según los historiadores que se ponen de acuerdo, el balompié era una competición que pudo haber nacido en China y que se encuentra en sus diferentes y salvajes variantes ya en el siglo XIX en varias ciudades europeas, entre ellas Florencia.
En Inglaterra hay quien sitúa el siglo XIV como el origen de un juego que se practicaba entre dos equipos de manera muy violenta entre aproximadamente 500 jugadores, con la única regla de no haber reglas. Quizá por eso muchas de las pachangas que se juegan hoy entre aficionados conservan este parecer.
Pero todo cambió en 1857, cuando dos amantes del cricket, William Prest y Nathaniel Creswick, debatieron hasta altas horas de la madrugada acerca del deporte ideal para mantener en alto su estado de forma durante el invierno, lejano el tiempo ideal para jugar al cricket. Y eligieron el fútbol.
Para octubre de 1857 se había creado el primer club de la historia, el Sheffield FC, alrededor del cual se tejieron los primeros códigos del fútbol, los conocidos como Códigos de Sheffield, que sirvieron para organizar los primeros partidos: Solteros contra Casados o Profesionales contra el resto.
Entre las normas se encuentran algunas reglas llamativas, como la posibilidad de poder empujar con las manos pero no zancadillear al contrario. Por aquella época se introdujo también el larguero de madera, constituido hasta entonces por una larga soga.
Cinco años después, 15 equipos habían crecido alrededor del área de Sheffield y el germen se había extendido a la ciudad de Londres, que pronto organizó partidos con el Sheffield FC, apodado \'The Club\', definición categórica que viene a decir que ellos -y no otros- son los primeros entre los primeros.
Avanzado el siglo XIX, coincidiendo con la creación de sus paisanos, el Wednesday y el United, el Sheffield FC decidió permanecer como club \'amateur\', circunstancia que relegó a las sombras al primer equipo de la historia.
Sin embargo, el pundonor de sus aficionados y el orgullo del equipo han traído al viejo Sheffield hasta el siglo XXI.
Hoy es un club de una división de fútbol aficionado perdida en el complicado sistema organizativo británico, tres divisiones por debajo de la Conferencia Nacional, y juegan en el Stadium of Bright ante 1 mil 500 aficionados henchidos de orgullo.
\'The Club\' no tiene grandes trofeos en su vitrina. Quizá su momento de mayor gloria fue cuando viajaron a Wembley en 1976 para disputar la final de la FA Vase, una competición entre clubes aficionados, que perdieron ante el Billericay Town.
Pero a pesar de vacía, las vitrinas del Sheffield FC tienen más polvo que ningún otro club, un siglo y medio, medido con puntualidad inglesa. Además, es el único equipo del mundo, junto con el Real Madrid, que cuenta con la Orden de Mérito de la FIFA, que ya ha reconocido oficialmente al equipo del condado de South Yorkshire el honor de ser el decano del fútbol universal.